No será solo el recordatorio de un crimen de lesa humanidad cometido hace 41 años, el 17 de marzo de 1982, en el Salvador, según expresó recientemente Christine Pirenne, embajadora de los Países Bajos para Centroamérica, sino también un reclamo de justicia y contra la impunidad que prevalece en esta nación.
El año anterior se dieron pasos importantes cuando fueron arrestados dos de los sospechosos vivos del asesinato y un tercero fue reclamado en extradición a Estados Unidos, pero el proceso judicial no termina de sentar en el banquillo a los responsables del crimen.
La impunidad, las amenazas de exmilitares y la complicidad de sectores afines a esos grupos son una barrera aun infranqueable, según denuncias.
Recientemente la embajadora Pirenne agradeció los esfuerzos realizados por los familiares para avanzar el caso, el valor de la jueza y otras autoridades implicadas, y de las organizaciones no gubernamentales Comunicándonos, la Asociación Salvadoreña por los Derechos Humanos (Asdehu) y la Mesa de la Impunidad.
“Para el Reino de los Países Bajos este caso es importante todavía hoy porque queremos justicia, ya que un crimen de lesa humanidad no debe quedar impune y porque los periodistas de hoy tienen el derecho de hacer su trabajo en seguridad”, remarcó la diplomática.
Aseveró que el caso de la emboscada y asesinato de sus compatriotas a mano de una patrulla del Batallón Atonal en 1982 no debe ser engavetado y los autores eludir la justicia.
El exministro de Defensa, José Guillermo García, y el exdirector de la Policía de Hacienda, Francisco Antonio Morán, fueron detenidos por orden judicial, y el comandante de la 4ta. Brigada de Infantería, Mario Reyes Mena, residente en Estados Unidos, también debe ser procesado, dijo.
Gert Kuiper, hermano de Jan, una de las cuatro víctimas, llamó las autoridades a acelerar el proceso, luego de 41 años de espera sin dar los pasos esenciales para poder vencer la impunidad y alcanzar la verdad y la justicia.
La diputada Claudia Ortiz recientemente llamó a sus colegas y a la población salvadoreña a honrar la memoria de Koos Koster, Jan Kuiper, Joop Willemsen y Hans ter Laag, cuyo “único crimen fue decir la verdad sobre lo que ocurría en nuestro país, reportando los abusos del Estado hacia la población civil durante el conflicto armado”, según afirmó.
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