El pacto militar e industrial, que dieron a conocer los gobernantes el pasado 13 de marzo, “atestigua los antiguos lazos” trilaterales, según Biden, quien consideró que renovaron el “compromiso” de un Indo-Pacífico “libre y abierto”, como se refirió a esa estratégica región.
“Viajo a Estados Unidos para lanzar la siguiente etapa del programa de submarinos nucleares AUKUS, un proyecto que une los lazos con nuestros aliados más cercanos y brinda seguridad, nuevas tecnologías y ventajas económicas dentro de nuestras fronteras», expresó Sunak previo a su salida hacia la norteña nación.
En virtud del acuerdo -entre otros puntos-, a partir de 2032, Australia comprará a Washington tres submarinos de propulsión nuclear, con la opción de adquirir dos más si fuera necesario, indicó a la prensa el asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan.
AUKUS, acrónimo de las iniciales en inglés de Australia, Reino Unido y Estados Unidos, es un pacto defensivo para el Indo-Pacífico que tiene como fin reforzar la seguridad militar en la zona y, a su vez, tratar de acorralar a China.
El convenio tripartito original lo firmaron el 15 de septiembre de 2021 Biden y los entonces primeros ministros australiano y británico, Scott Morrison y Boris Johnson, respectivamente.
En su momento, la cuestión del AUKUS creó tensiones diplomáticas, después de que, fruto del mismo, Francia quedara sin un contrato millonario para la entrega de submarinos a Canberra.
El plan de nuevos sumergibles, resultado de la reunión en San Diego, harán de la isla continente el séptimo país del mundo en contar con submarinos de propulsión nuclear después de Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido, Francia e India.
En este contexto, para Beijing las declaraciones de los países de la alianza AUKUS de que respetarán los estándares de no proliferación de armas nucleares es “una hipocresía total”, advirtió el portavoz de la Cancillería china, Wang Wenbin.
Van por “un camino erróneo y peligroso, persiguiendo sus propios intereses geopolíticos y haciendo caso omiso a las preocupaciones de la comunidad internacional”, subrayó el funcionario al catalogar el acuerdo como acto típico de guerra fría que pondrá en peligro la paz y la estabilidad regional.
(Tomado de Orbe)