En las décadas de los 60 y 70 del pasado siglo, la creadora comenzó a realizar esculturas abstractas empleando tejidos, con los cuales desarrolló un universo de artístico inspirado en la naturaleza más orgánica, generando esculturas mas cercanas a las instalaciones que llamó Abakans.
Trabajando con telas alcanzó el éxito internacional, período en que sus tapices tridimensionales se expusieron en la Bienal de Tapicería de Lausana, Suiza; y, en 1965, le valieron el Gran Premio de la Bienal de Sal Paulo, Brasil.
La exposición Wall Hangings de 1969 en el Museo de Arte Moderno de Nueva York consolidó su posición como artista destacada.
Fue una época en que las obras de Abakanowicz salieron de la pared para invadir el espacio, convirtiéndose en creaciones tridimensionales.
En la muestra que se mantendrá abierta al público hasta el 21 de mayo, las piezas escultóricas conviven con algunas de sus primeras obras y dibujos sobre papel.
Sus Abakans más significativos aparecen en forma de bosque que ocupa el espacio expositivo de 64 metros de longitud ubicado en el Edificio Blavatnik, de la galería británica.
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