Así lo justificó la estatal Petroecuador en un comunicado en el cual señala que el sismo de magnitud 6,5 con epicentro en el Golfo de Guayaquil produjo un fallo eléctrico en el Sistema Nacional Interconectado (SIN) que perjudicó seis campos estratégicos.
Se trata de las unidades Auca, Shushufindi, Indillana, Lago Agrio, Libertador, Palo Azul, ubicados en Sucumbíos y Orellana, que dejaron de extraer alrededor de 17 mil 400 barriles de petróleo.
Por otro lado, Petroecuador declaró estado de fuerza mayor en el campo Edén Yuturi y sus áreas de influencia directa debido a la paralización de la comunidad kichwa El Edén.
Esa comunidad manifiesta su preocupación por el impacto ambiental de la actividad petrolera en su territorio, que ha provocado derrames y contaminación en la zona, así como por la falta de consulta previa de las autoridades y empresas responsables.
En el descenso productivo también inciden las precipitaciones de la actual temporada de lluvias en el país, con tormentas eléctricas, fallos en las plantas de bombeo, así como robo de cables y sabotajes.
En total, Petroecuador señaló que por esas afectaciones provocaron 24 mil barriles de crudo menos producidos.
La exportación petrolera es una de las principales líneas de exportación de Ecuador, cuyos ingresos tributan a las arcas estatales.
La semana pasada, el precio del petróleo ecuatoriano se desplomó a menos de 60 dólares el barril y quedó por debajo de lo previsto en el presupuesto general del Estado, lo cual pone en riesgo la financiación del mismo.
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