Durante un debate realizado en el Espacio Memoria exESMA (Escuela de Mecánica de la Armada), el titular señaló que la decisión de la administración precedente demostró su falta de preocupación por las personas y su interés en los negocios, el negacionismo y los discursos de odio.
Por otra parte, indicó que el evento tiene lugar cuando se cumplen 47 años de un suceso nefasto en la historia argentina: el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 que dio paso a la última dictadura cívico-militar y sumergió al país en su etapa más oscura, la cual se extendió hasta 1983.
Soria denunció que, cuatro décadas después de recuperada la democracia en esta nación, el único poder que no permite su transformación es el Judicial, que mantiene una estructura de hace 163 años y atenta contra quienes garantizan los derechos de los más vulnerables.
En ese sentido, condenó la persecución contra la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández.
Debemos defender nuestros procesos y dirigentes en las calles para recuperar la justicia y la dignidad. Solo tendremos derechos humanos si nos aseguramos de que se cumplan. Los que peor la pasan siempre son los más vulnerables, afirmó.
Soria cuestionó los vínculos entre jueces federales, exagentes de inteligencia, directivos del Grupo de prensa Clarín y el magnate británico Joe Lewis.
Además, recordó que “lo primero que hizo el Gobierno neoliberal de Macri fue nombrar por decreto a dos miembros de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), a lo cual no se atrevió ningún presidente electo por el pueblo desde 1983”.
En 2017, un fallo de la CSJ benefició a genocidas condenados por delitos de lesa humanidad, pero las organizaciones sociales, de derechos humanos y el pueblo lograron frenar esa medida que representaba una vergüenza para la democracia argentina, dijo.
Recientemente, la máxima corte revivió una ley derogada por el Congreso hace 16 años y paralizó el Consejo de la Magistratura. Las garantías judiciales de todos los ciudadanos están en peligro, alertó.
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