En el atentado, perpetrado la noche de este lunes, fallecieron dos familiares de Valencia, que viajaban con ella en su auto.
Junto a Valencia se encontraba además una funcionaria del Cuerpo de Seguridad y Vigilancia Penitenciaria, ambas resultaron heridas durante la balacera.
Ante lo sucedido, el comandante general de la Policía Nacional del país andino, Fausto Salinas anunció la activación inmediata de sus unidades especializadas para “la captura de los responsables de este acto criminal”, apuntó.
Este no es el primer ataque contra funcionarios de penitenciarias en la nación sudamericana. El pasado 9 de marzo, la directora de la Cárcel de Mujeres de la provincia ecuatoriana de Guayas, Mishel Mayorga también fue víctima de un atentado similar.
Ecuador sufre una crisis de inseguridad que el gobierno atribuye a las mafias asociadas al narcotráfico y a la respuesta de esas pandillas a las acciones del Ejecutivo para enfrentarlas.
En los últimos dos años las masacres carcelarias dejaron un saldo de más de 400 reclusos muertos y a fines de 2022 asesinaron al director de una penitenciaría de Quito.
Desde los centros de detención, pandillas como Los Chone Killers, Los Choneros, Los Lobos y Los Tiguerones dominan el tráfico de drogas en Ecuador, mientras los agentes del orden aseguran haber decomisado más de 200 toneladas de narcóticos en 2022.
A propósito, este lunes el presidente Guillermo Lasso hizo entrega de 94 vehículos blindados para oficiales de la Policía Nacional, las Fuerzas Armadas y los directores de las cárceles del país.
Pese al reforzamiento del equipamiento para las fuerzas públicas, muchos ciudadanos aquí culpan de las masacres y la inseguridad al gobierno y en particular a Lasso por la falta de políticas públicas integrales contra las causas que fomentan la violencia en el país.
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