Los llamados metroviarios se fueron a huelga en demanda por la apertura de concurso público para contrataciones de emergencia, el fin de la tercerización (los trabajadores no son contratados directamente) y el restablecimiento del pago adicional de peligrosidad en algunos cargos.
Además, los funcionarios solicitan el desembolso de la asignación salarial compensatoria correspondiente a los tres años trabajados durante la pandemia de Covid-19.
El paro afloró después de la votación celebrada anoche en la sede del sindicato de la categoría.
Con lo anterior quedaron paralizadas las líneas 1-Azul, 2-Verde, 3-Roja y 15-Plata.
La prefectura de Sao Paulo confirmó la suspensión de la rotación de vehículos. La denominada Operación PAESE (de autobuses gratuitos) no está en funcionamiento.
Debido a la hora de confirmación de la inacción, muchos usuarios fueron sorprendidos al llegar a las estaciones.
En nota transmitida por el sindicato, la categoría propone al Gobierno del estado el acceso gratuito a las estaciones alegando intentar evitar el trastorno a los millones de usuarios del transporte público paulista.
Representantes del sindicato y del Metro asistieron la víspera a una audiencia de conciliación en el Tribunal Regional del Trabajo de la II Región, que terminó sin acuerdo.
Los trabajadores critican la falta de propuestas para el pago de subsidio y reclaman nuevas contrataciones por medio de concurso público.
También por medio de un comunicado, el Metro indica que «no hay justificación para que el Sindicato de Metroviarios declare huelga reivindicando lo que ya viene siendo cumplido por la empresa».
Refiere que se esforzaron por cumplir con las demandas sindicales, pero que la realidad económica de la compañía «no permite el pago de la asignación salarial en este momento».
Alega que tuvo «significativas caídas de recaudación por la pandemia y no tuvo aún el retorno total de la demanda de pasajeros, en comparación con 2019».
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