Durante la semana, Prensa Latina visitó Santa Rita, un municipio de Chalatenango, a unos 70 kilómetros de San Salvador, en un recorrido donde universitarios de dos centros de estudios capitalinos rendían homenaje a cuatro periodistas de Países Bajos asesinados el 17 de marzo de 1982.
Cerca, donde fueron masacrados, varias vacas y terneros observaban impasibles y con mirada triste a los visitantes, sus cuerpos mostraban los efectos de la sequía, no había hierba, la tierra amarillenta se mezclaba con lo que pudo ser el pasto meses atrás, y ahora es solo algo reseco que se quebraba bajo las pisadas de los intrusos.
La sequía se observa hacia todos lados y solo unos pocos árboles aún con un poco de verdor. Colinas que parecían peladeros.
A los lejos, el embalse Cerrón Grande o Lago de Suchitlán, registra una baja en sus aguas, cubiertas en gran parte de basura, plástico, refrigeradoras, zapatos y muchos otros desechos.
Según el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Marn), altas temperaturas y disminución en las lluvias. Eso es lo que se espera para este año con la llegada de El Niño a la región, que sin ser centro del llamado “corredor seco”, se reciente de los efectos acentuados del Niño.
El Niño/Oscilación del Sur (ENOS) es un fenómeno natural caracterizado por la fluctuación de las temperaturas del océano en la parte central y oriental del Pacífico ecuatorial, asociada a cambios en la atmósfera. Este fenómeno tiene una gran influencia en las condiciones climáticas de diversas partes del mundo, y el llamado Pulgarcito de América no es ajeno a él.
Esta semana, el titular del Marn, Fernando López, confirmó que se prevé entre 10 y 20 por ciento menos de lluvias para este año por la influencia de este fenómeno climático.
Para el mes de julio existe la probabilidad de una canícula y eventos de sequía. Los promedios de lluvia acumulada serán menores, un promedio anual por debajo de los dos mil milímetros para este 2023, precisó en rueda de prensa.
La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos informó que el Niño podría significar una temporada de huracanes más activa en el océano Pacífico y aumento en las temperaturas globales.
Ante el panorama de mucho calor y pocas lluvias como se observa en Chalatenango, en Centroamérica preocupa de gran manera la producción agrícola y los efectos que pueda tener El Niño en los cultivos.
La región se prepara para una etapa dura para varios sectores productivos. Menos producción agrícola, menos leche y menos carne, son solo el anticipo de lo que pudiera venir.
Mientras tanto, en Santa Rita, la tierra se agrieta, y el sol golpea fuerte y reseca la piel, tal vez el mismo escenario que vivieron los cuatro jóvenes comunicadores de Países Bajos antes de ser masacrados por efectivos de la 4ª. Brigada de Infantería comandada por el coronel Mario Adalberto Reyes Mena, que enfrenta hoy una demanda de extradición a Estados Unidos.
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