Al lamentar el hecho y dar el pésame a familiares de las víctimas, el mandatario explicó en su conferencia de prensa matutina en el Palacio Nacional que el incendio tuvo que ver con una protesta que los migrantes iniciaron porque se enteraron que iban a ser deportados.
En la puerta del albergue, informó, pusieron colchonetas y les prendieron fuego y no imaginaron que iban a causar esta terrible desgracia.
Dijo que los 39 migrantes muertos son de Centroamérica, fundamentalmente, y algunos de Venezuela. Indicó que ya se encuentran elementos de la Fiscalía General de la República para “proceder legalmente”.
Por su parte, el Instituto Nacional de Migración informó que se interpuso una denuncia ante las autoridades correspondientes para que se investigue lo sucedido y, en su caso, se proceda en consecuencia.
De igual forma se dio vista a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) para que intervenga en las diligencias de ley y de salvaguarda de las personas extranjeras.
Se precisa que, en la sede migratoria estaban alojados 68 hombres mayores de edad originarios de Centro y Sudamérica.
De ellos, 29 personas migrantes extranjeras más resultaron lesionadas por el siniestro y fueron trasladadas en estado delicado-grave a cuatro hospitales de la localidad para su atención inmediata.
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