Un sondeo del Canal 11 destacó que ante nuevos comicios, la coalición de Netanyahu conquistaría 53 de los 120 escaños de la Knesset (Parlamento), 11 menos que los actuales.
Mientras, el bloque opositor ganaría 62 curules y la coalición de izquierda que integran los partidos Hadash y Ta’al obtendrían los cinco restantes.
La alianza derechista sufrió un desgaste muy grande en lo que va de año debido a varias iniciativas que impulsa, en especial la reforma judicial, coincide la prensa nacional.
Netanyahu enfrenta desde hace semanas una ola de protestas por ese plan, muy criticado por amplios sectores de esta nación levantina.
Según el Canal 11, el 62 por ciento de los entrevistados se mostró a favor de detener esa propuesta, 22 por ciento la respaldó y el resto evitó contestar.
Por primera vez, el dirigente derechista del partido Unidad Nacional, Benny Gantz, que se encuentra en la oposición, tiene más apoyo que Netanyahu para ser primer ministro, con 37 y 30 por ciento, respectivamente.
Netanyahu anunció ayer la suspensión hasta el verano del debate del proyecto de ley para reformar la justicia, ante la tensión y una ola de protestas que mantiene en jaque a su Gobierno.
La decisión fue provocada por las masivas concentraciones que desde hace semanas se efectúan en diversos puntos del país contra esa normativa, que restringiría la capacidad del Tribunal Supremo para rechazar leyes al permitirle al Parlamento volver a legislar normativas impugnadas por ese órgano.
El plan, además, permitiría al Ejecutivo ultraderechista controlar el nombramiento de los magistrados.
La crispación creció en las últimas horas a niveles sin precedentes tras la destitución el sábado del titular de Defensa, Yoav Gallant, un día después de sus cuestionamientos públicos contra la reforma judicial y llamados al diálogo.
La defenestración desató protestas masivas y llamados a una huelga general de diversos sectores, incluidos médicos, universidades y la Histadrut, la principal federación de sindicatos de esta nación.
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