Los debates teóricos cerrados la víspera confirmaron la necesidad de mejorar las condiciones tecnológicas de producción, fortalecer las redes de bancos de germoplasma, crear una plataforma de coordinación para generar políticas públicas sostenibles y revalorizar los saberes ancestrales del grano milenario.
Este jueves, el Comité Científico del VIII Congreso Mundial entregó el documento con las conclusiones de las mesas de trabajo al viceministro de Desarrollo Agropecuario, Álvaro Mollinedo.
Según el Comité Organizador, ese texto plantea la necesidad de fortalecer y crear redes de bancos de germoplasma de la quinua que permitan el intercambio y conservación de material genético como una forma de enfrentar los riesgos derivados del cambio climático.
Otra sugerencia consiste en el mejoramiento de las condiciones tecnológicas de producción con el objetivo de incrementar el rendimiento, fomentar la producción orgánica y acceder a mercados competitivos.
Tal reto implica buscar estrategias de apoyo a los productores tradicionales y fortalecer sus capacidades de adaptación al cambio climático.
Otro desafío fundamental es la creación de una plataforma con el fin de generar políticas públicas de contribución y de acciones coordinadas para la sostenibilidad de los agroecosistemas de quinua.
El Congreso insistió en revalorizar los saberes locales y los conocimientos ancestrales por su relación integral con los agroecosistemas de producción del grano milenario.
Entre las propuestas, figura la de promover espacios de participación e intercambio de experiencias científico-tecnológicas con productores de otros países, así como propiciar escenarios académicos para desarrollar estudios de doctorado e investigación científica, a través de la gestión de becas.
A tenor de este contexto fue entregada una carta de intenciones de colaboración al viceministro de Desarrollo Agropecuario.
“El desafío será intercambiar las experiencias de los científicos, la tecnología, la ciencia e innovaciones que puedan llegar a los productores de quinua”, sostuvo Bruno Condori, miembro del Comité Científico del Congreso.
“Este evento nos deja muchas vivencias, mucha sabiduría e intercambio de experiencias sobre la quinua y los cultivos andinos. Estoy seguro que nos llevamos mucho más conocimiento a nuestros lugares de origen”, concluyó el presidente del VIII Congreso, David Soraide, durante la clausura del foro.
Durante la jornada final del evento académico, los organizadores entregaron el acta de transferencia que confiere a Ecuador la Sede del IX Congreso Mundial de la Quinua.
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