Fallecida de una neumonía atípica el 30 de marzo a la edad de 87 años, Viscarra fue acompañada por decenas de compañeros de lucha contra las dictaduras, la defensa de la verdad y la justicia y muchos de sus discípulos en el Café Semilla Juvenil hasta el nicho en que sus restos descansan desde este sábado en la plaza Luis Espinal, del Campo Santo.
También estuvieron en el cortejo fúnebre los embajadores de Cuba, Nicaragua y Venezuela, Danilo Sánchez, Elías Chévez y César Trómpiz, respectivamente, otros representantes del cuerpo diplomático acreditado, y la doctora Nila Heredia, quien presidió la Comisión de la Verdad, de la cual Viscarra formó parte como miembro titular.
Este equipo esclareció los asesinatos y otras violaciones de los derechos humanos sobre la base de motivos políticos e ideológicos, acontecidos en el país altiplánico del 4 de noviembre de 1964 al 10 de octubre de 1982.
Fundadora de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de Bolivia junto al sacerdote jesuíta mártir Luis (Lucho) Espinal (2 de febrero de 1932-21 de marzo de 1980), Viscarra juró fidelidad como seguidora militante del “dios de la vida” al legado del amigo entrañable, asesinado por órdenes de los dictadores Luis Arce Gómez y Luis García Meza.
La fidelidad al compromiso con la memoria del párroco, poeta, periodista, cineasta y, sobre todo, leal seguidor de la teología católica de la liberación, como ella confesó más de una vez, la impulsó a consagrar su vida a la lucha por la soberanía latinoamericana y caribeña, desde el frente de la solidaridad.
Por eso quienes acompañaron sus restos hasta el nicho ubicado en un pabellón de tipo columbario ubicado precisamente frente a los de Espinal y el también sacerdote Mauricio Le-Fevre, asesinado durante la dictadura de Hugo Bánzer, portaban banderas de Cuba, el Ejército de Liberación Nacional y con la imagen del comandante Ernesto Che Guevara.
Ante su tumba, se escucharon canciones patrióticas que fueron de la preferencia de Viscarra, interpretadas por trovadores a quienes brindó el escenario del Café Semilla Juvenil y discursos con llamados a continuar en ese espacio la obra que ella inició y encabezó durante 36 años a favor de la educación popular y el desarrollo del pensamiento crítico.
“El país perdió a un gran baluarte (…). Gastaste tu vida por los demás, ya cumpliste querida amiga, vuela alto. Nuestras sentidas condolencias a la familia”, escribió el presidente de Bolivia, Luis Arce, en un tuit.
oda/jpm