Su defenestración provocó protestas espontáneas en diversas partes del país, que obligaron al primer ministro Benjamin Netanyahu a aplazar hasta el verano la discusión del cuestionado proyecto judicial.
El diario The Jerusalem Post destacó que Netanyahu no envió a Gallant la carta oficial de despido, por lo cual no es efectivo.
La decisión fue pospuesta para “otra ocasión principalmente debido a los acontecimientos de seguridad en el área”, detalló una fuente gubernamental al periódico.
Para continuar en el cargo, Netanyahu dio a Gallant dos opciones, una disculpa pública por sus cuestionamientos o la renuncia a su escaño en el Parlamento, que sería ocupado por otra persona allegada al primero, apuntó la publicación.
Como ninguno de los dos reclamos tuvo éxito, Netanyahu retrasó el asunto, subrayó el matutino.
Ayer, en un intento por suavizar la disputa, aparecieron juntos en dos eventos previos a la Pascua judía.
Netanyahu tenía la intención de despedir a Gallant como advertencia a aquellos en su Gobierno que rechazan la reforma judicial, pero el apoyo popular se inclinó detrás del ministro, comentó The Jerusalem Post.
La reforma pasó factura al jefe de Gobierno, que con apenas cuatro meses en el poder, perdió respaldo en la ciudadanía, según varias encuestas.
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