Desde este miércoles, cuando buena parte de la población tiene permiso de descanso, comienza la más grande migración de Semana Santa por las carreteras del país, pues muchos utilizan estos días para reunirse con sus familias en el interior.
Una de las vías más utilizadas es la autopista Palín-Escuintla, donde cada año el tránsito se vuelve complicado por las filas de conductores con dirección al sur.
Un panorama que vuelve a repetirse a partir del sábado y domingo venideros, cuando ocurre el regreso masivo hacia la capital.
Según cálculos, unos 36 mil vehículos utilizarán el peaje, de ahí que la paciencia también debe acompañar a los viajeros tanto nacionales como extranjeros.
Para garantizar su seguridad, 43 mil agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) realizan operativos preventivos en las vías de mayor acceso.
Puestos de registro y control, reconocimiento aéreo con helicópteros, patrullajes motorizados y recorridos de seguridad son parte de las acciones desde el 31 de marzo, cuando se activó el Sistema Nacional de Prevención en Semana Santa.
Según la PNC, la vigilancia incluye lugares turísticos, centros comerciales, terminales de buses, parques recreativos, hoteles, mercados e iglesias, estas últimas, debido a la gran concentración de personas que participan en las procesiones.
El Instituto de Migración informó preliminarmente que salvadoreños, americanos y hondureños destacan en los flujos de entrada al país desde el pasado fin de semana.
Destinos como Antigua Guatemala (Sacatepéquez), Panajachel, Lago de Atitlán y Retalhuleu están entre los más demandados y con mayor ocupación hotelera, confirmaron representantes del sector turístico.
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