Según el Journal of Clinical Oncology, los investigadores evaluaron si los efectos beneficiosos de dejar el tabaquismo podían variar en función del estadio del tumor en el momento del diagnóstico.
Alrededor del 40 por ciento de los pacientes de este estudio dejó de fumar, la mayoría en los primeros tres meses tras el diagnóstico.
Estos pacientes siguieron sin fumar hasta el final de la investigación, y pudo observarse que tenían menos riesgo de progresión de la enfermedad cuando dejaban el tabaquismo que cuando seguían con el dañino hábito.
Pudo comprobarse un 50 por ciento menos de riesgo de muerte y un 56 de progresión de la dolencia durante el tiempo en que dejaron de fumar en comparación con el periodo en el que fumaban.
Los científicos del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer descubrieron “que el efecto beneficioso de dejar de fumar sobre la supervivencia del cáncer era evidente en todos los subgrupos de pacientes, incluidos los que tenían tumores en estadios tempranos y tardíos, así como entre los fumadores leves y los fumadores moderados o empedernidos”.
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