Inmunizar contra la cepa original y luego reforzar con una dosis a una nueva variante puede ampliar la respuesta de anticuerpos capaz de neutralizar diversas mutaciones incluidas las que están por surgir, aseguran los científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, Estados Unidos.
Advierten que las nuevas variantes aún comparten muchas características con la cepa original, y es posible que la respuesta a estas particularidades compartidas dominen la respuesta a las nuevas.
«Los refuerzos podrían terminar simplemente involucrando células de memoria inmunológicas que ya están presentes en lugar de crear nuevas células de memoria, que es lo que se necesita para la protección contra nuevas variantes», aseguran los investigadores.
La idea de los científicos -citados por un artículo aparecido en la revista Nature-es apuntar a una variante para el refuerzo que sea tan diferente de la cepa original del virus que desencadene la maduración de nuevas y diversas células productoras de anticuerpos.
“No es que las vacunas no provoquen una respuesta duradera de anticuerpos, ellas lo hacen. El problema es que el virus cambia y los anticuerpos existentes se vuelven irrelevantes”, sostienen los expertos.
Es posible diseñar un refuerzo específico de variante que no solo fortalece los anticuerpos que las personas ya tienen, sino que también genera nuevos anticuerpos, resaltan los investigadores.
Los científicos alertan sobre la necesidad de ser cuidadosos al elegir las variantes a incluir en los refuerzos, que deberán ser periódicos, pues solo así será posible adelantarse al coronavirus.
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