Aviones israelíes bombardearon esta madrugada el enclave costero, donde viven más de dos millones de personas, mientras barcos de la Armada abrieron fuego desde la costa, denunció la agencia oficial de noticias Wafa.
Un dron lanzó al menos un misil contra un blanco en el campamento de refugiados de Nuserait, ubicado en la zona central de ese territorio.
También se reportaron impactos de bombas en la norteña ciudad de Beit Lahiya, destacó Wafa.
La Fuerzas Armadas israelíes confirmaron el ataque y señalaron que fue en respuesta al lanzamiento anoche de varios cohetes desde la franja.
Según el Canal 11 israelí, las milicias dispararon al menos siete misiles contra la vecina nación, aunque hasta el momento ningún grupo reivindicó la acción.
Ayer las Brigadas Nasser Salah El-Din, brazo militar de los Comités de Resistencia Popular, asumieron la responsabilidad por el lanzamiento de cohetes el miércoles en la noche, y señalaron que fue una respuesta al asalto de la policía israelí a la Mezquita de Al Aqsa, tercer sitio más sagrado para los musulmanes.
“Que los líderes de la ocupación sepan que pagarán un alto precio por esos crímenes”, afirmaron en un comunicado.
En represalia, la Fuerza Aérea de Israel bombardeó varios presuntos objetivos del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas), grupo que controla el enclave costero.
La tensión es palpable en los territorios ocupados tras las incursiones israelíes contra la mezquita, donde anoche se reportaron enfrentamientos entre los uniformados y los fieles palestinos por segundo día consecutivo.
El objetivo es desalojar a los musulmanes para permitir la entrada al recinto sagrado a los judíos.
Las operaciones provocaron duras condenas de la comunidad internacional, en especial de países árabes y musulmanes como Egipto, Arabia Saudita, Jordania y Argelia.
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