Ante la tensión en la frontera sur del país, el Ministerio de Relaciones Exteriores y Emigrados expresó su voluntad de cooperar con la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas (Unifil) para el mantenimiento de la paz.
A través de una declaración difundida en su cuenta de Twitter, la diplomacia libanesa alertó sobre las intenciones de una escalada por parte de Tel Aviv que amenazan la paz y la seguridad regional.
En este contexto, la misión de la Unifil, establecida aquí desde 1978, instó a la moderación tras el lanzamiento de cohetes desde el sur de Líbano hacia Israel.
Mediante una declaración, el comando internacional calificó de extremadamente grave la situación y llamó a evitar una mayor confrontación.
De acuerdo con medios israelíes citados por el canal panárabe Al Mayadeen, Tel Aviv volvió a activar la Cúpula de Hierro para interceptar misiles y ordenó a los residentes de Metula entrar a los refugios.
Por otra parte, fuentes internas confirmaron a Reuters que las facciones palestinas son responsables de los ataques con proyectiles desde el sur del país y no la Resistencia Islámica libanesa (Hizbulah).
Al mismo tiempo, Al Mayadeen precisó que la cantidad de 15 misiles lanzados desde tres aldeas sureñas; mientras, la prensa israelí habló de cien cohetes lo que se presume una exageración para aprovechar y abrir una guerra.
El ataque con misiles en el oeste de Galilea constituye el más intenso desde la segunda guerra del Líbano en julio del 2006.
En su cuenta de Twitter, el corresponsal del canal local Al Manar Ali Shoeib, informó de una calma cautelosa en el sur de Tiro, interrumpida por los sonidos de aviones espía no tripulados que sobrevuelan el espacio aéreo fronterizo en el sector occidental.
El suceso tiene lugar en medio del ataque del ejército sionista a la franja de Gaza tras disparos de cohetes desde allí, una acción de las milicias palestinas en respuesta a la agresión contra la Mezquita de Al Aqsa y los fieles presentes en el lugar.
Ante este panorama, el canciller jordano , Ayman Safadi subrayó: «Estamos en una fase peligrosa, y lo que está sucediendo en la frontera libanesa es una reacción a lo que presenciamos en la mezquita de Al Aqsa».
La pasada semana en reunión tripartita, el jefe de la Unifil, Aroldo Lázaro, alentó a Líbano e Israel a hacer uso de los recursos del comando internacional cuando sea necesario para ayudar a reducir tensiones y evitar cualquier incidente en la frontera.
Ambos países están en situación de guerra desde el establecimiento del Estado de Israel y a lo largo de estos años muchos crímenes y ataques perduran en la memoria del pueblo de Líbano ante las ambiciones de Tel Aviv por apoderarse del agua del río Litani y la riqueza petrolera y gasífera.
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