El legislativo panárabe denunció en un comunicado los sistemáticos ataques contra el pueblo palestino y responsabilizó a las autoridades israelíes de las consecuencias de esta peligrosa escalada, especialmente en el Ramadán, mes sagrado para los musulmanes.
Señaló que las agresiones durante este periodo “representan una gran provocación para los sentimientos de los musulmanes de todo el mundo».
Asimismo, llamó a la comunidad internacional a intervenir de forma inmediata para detener esas acciones.
Por tercer día consecutivo la Fuerza Aérea de Israel atacó esta madrugada la franja de Gaza y al Líbano por primera vez en el año.
El Ejército justició su bombardeo con el argumento de responder al lanzamiento de unos 40 cohetes disparados desde el sur de la vecina nación, presuntamente por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas).
Sin embargo, la televisora Al Mayadeen afirmó que las áreas atacadas por Israel en ese país “son agrícolas sin presencia militar alguna”.
El último enfrentamiento de envergadura entre ambas naciones, técnicamente en guerra desde 1948, ocurrió en 2006, cuando Israel atacó a la vecina nación con el pretexto de combatir al grupo Hezbulá.
Durante los choques murieron más de 160 israelíes, la mayoría soldados, y casi mil 200 libaneses.
La tensión escaló en la zona desde la noche del martes por la decisión de la policía israelí de desalojar a los fieles palestinos presentes a esa hora en el lugar como es habitual durante el Ramadán, mes sagrado para los musulmanes.
El plan es permitir el ingreso de los judíos al sitio como parte de las actividades de la Pascua.
La actuación del cuerpo armado provocó en las últimas 48 horas enfrentamientos dentro y en los alrededores de la mezquita, lo cual elevó la tensión y provocó numerosas críticas internacionales, en especial en los países árabes y musulmanes.
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