El pintor local nigeriano Paul Oyetunde Ogunlesi entiende eso y la falta de un mercado interno estructurado define muy bien su actitud, en un país en el que dos tercios de su población -más de 200 millones de habitantes- es pobre.
Oyetunde Ogunlesi perfila ahora el más reciente de sus cuadros con su nueva serie Alegorías de memorias compartidas, en la cual explora el concepto del género y la aceptación de las personas, tal como son, aludiendo a la diversidad.
A los 20 años -hoy tiene 27- supo que la pintura era lo suyo y se lanzó a sondear temas universales como la muerte, el amor, la esperanza o la fe, por eso, aclara, «mis obras no tienen caras, solo les pinto el cuerpo».
La mayoría de la gente no viene a mi estudio, solo ve mis trabajos en redes sociales, explica.
Dos de esas producciones estuvieron durante los tres primeros meses del año 2023 en la galería neoyorquina Harsh Collective, la cual organizó la exposición colectiva Tight Knit, en conmemoración del Mes de la Historia Negra, espacios para dar visibilidad a jóvenes artistas.
Sin embargo, también genera una preocupante tendencia occidental al ceñir el arte de África como una corriente aparte, sin poder exponerse junto a otras, cuestión preocupante en el joven artista, quien cuenta con más de ocho mil 500 seguidores en la red social Instagram.
El exdirector de la Sociedad de Artistas Nigerianos, Oliver Enwonwu, uno de los colegas de Ogunlesi, agrega que no hay mercado para el arte en su país.
Su padre Ben Enwonwu está considerado el precursor del arte contemporáneo nigeriano y 24 años después de su muerte, en 2018, su obra Tutu, conocida como la Mona Lisa Africana, se vendió por 1,3 millones de euros en una casa de subastas británica.
En 2021 las ventas de arte africano en el mundo aumentaron un 44 por ciento hasta un récord de 67 millones 500 mil euros, cuyo valor aumentó en 121 por ciento en tan solo un año, según el ArtTactic Modern and Contemporary African Artist Market Report.
Así aprovechan su arte y su tiempo, Ogunlesi y Enwonwu, dos artistas nigerianos que viajan con sus obras a través de las redes sociales.
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