También se les puede mezclar en las primeras seis u ocho semanas de vida la leche de la madre con las denominadas fórmulas, puntualizan los investigadores de la Universidad de Glasgow, Reino Unido.
De los incluidos en el estudio, el 66,2 por ciento de los niños fueron alimentados con fórmula, el 25,3 por ciento con leche materna y sólo el 8,5 por ciento con alimentación mixta durante las primeras seis a ocho semanas.
Los que solo se nutrieron exclusivamente con leche materna tenían menos probabilidades de padecer dificultades emocionales o de comportamiento, un 20 por ciento menos y problemas de salud física, un 25 menos, precisó la revista científica PLOS Medicine.
Los niños con necesidades educativas especiales obtienen peores resultados escolares, son ausentistas y pueden llegar a sufrir exclusión, acoso y malos tratos, elementos negativos que puede repercutir en su bienestar.
Alertan los expertos que el método de alimentación en la infancia podría ser un factor de riesgo modificable para las causas de las necesidades educativas especiales. La Organización Mundial de la Salud recomienda que los bebés sean amamantados durante los seis primeros meses.
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