Un espejo de agua amplio, con entretejidos en su territorio y mucho verdor acompaña a los viajeros que desean otorgar a sus descansos el encanto de una recreación activa, sitio que sirve para pescar, pasear y admirar el paisaje cubano desde los ángulos del turismo de naturaleza, aventuras y náutica.
La Redonda está ubicada a ocho kilómetros al norte de la ciudad de Morón, por la carretera que conduce a la Isla de Turiguanó, en la central provincia de Ciego de Ávila.
De por sí, esa provincia es famosa por constituir el enlace con los cayos del centro-norte cubano, Jardines del Rey, donde se encuentra Cayo Coco, Guillermo y Romano, sumamente visitados por quienes buscan tranquilidad.
Sin embargo, quienes tienen por costumbre descansar en esa cayería cubana desconocen a La Redonda. Se trata de un lago de aproximadamente cinco kilómetros cuadrados de superficie con una amplia presencia de truchas, la mayor población de estos peces de agua dulce en Cuba y por tanto un lugar ideal para el turismo de pesquería.
Precisamente en la laguna se encuentra un Centro Internacional de Pesca, que permite a los amantes de este deporte pasar vacaciones de una manera muy aventurera e inmejorable.
Pero también desde su embarcadero central, se puede participar en una excursión en lancha rápida por su espejo de agua, y el tejido de follaje y canales que existen en su entorno.
En agosto de 2012 el sitio fue seleccionado por el grupo de trabajo del Proyecto de Sostenibilidad que se desarrolla en el archipiélago Sabana-Camagüey, como producto guía del fortalecimiento del turismo de naturaleza sostenible en esa región.
Ese grupo de trabajo está auspiciado por el Fondo Mundial del Medio Ambiente y Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.
La Laguna cuenta con una vegetación de manglares y diversos canales que la alimentan (por allí también se encuentra la Laguna de la Leche, a escasos kilómetros), y lo que les separa del mar es una estrecha franja de tierra.
La Redonda es lugar favorito para los pescadores de lobina boca, incluso algunos deportista lograron atrapar una pieza de siete kilos, lugar donde además ya los visitantes pescaron más de mil 500 robalos de boca grande, pero donde se preserva el equilibrio de las especies.
Una rica fauna habita en el lugar, como lisas blancas, manatíes, jicoteas, cocodrilos, anguilas, cuberas y biajacas criollas, entre otras especies.
La Laguna clasifica como albufera, o que se comunica con el mar con un volumen de cerca de 100 millones de metros cúbicos.
Pesca, yatismo y excursiones caracterizan al lugar en momentos que el Ministerio de Turismo de Cuba (Mintur) propicia la diversificación de las ofertas en cuanto a modalidades como naturaleza y aventuras, sin abandonar los clásicos viajes de sol y playa.
Pero tiene otros encantos, la poesía del paisaje conforma una especie de ensueño, donde cada canal tiene su peculiaridad para el visitante y el entretejido de un follaje muy típico atrae, sobre todo a quienes gustan de obtener buenas fotografías.
Los guías, por su parte, pueden ilustrar de anécdotas de la región, de las piezas mayores capturadas por muchos viajeros, amantes de esos deportes, o simplemente de tener un atardecer o un amanecer en esos espejos de agua, con siluetas que las determinan las luces y sombras del lugar, en síntesis, un bello escenario del turismo insular.
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