Según la fuente, el mandatario encabezó una reunión para revisar el estado de la obra, así como el traslado de los artefactos a sus lugares de exhibición permanente.
Estuvieron presentes en la cita el primer ministro, Mostafa Madbouly; los titulares de Finanzas, Mohamed Moait; de Vivienda y Servicios Públicos, Assem El Gazzar; de Turismo y Antigüedades, Ahmed Issa, y de Desarrollo Local, Hisham Amna, entre otros funcionarios.
El GEM abrió recientemente con carácter limitado algunas áreas antes de su apertura oficial.
Los recorridos, que solo se pueden reservarse en Internet, permiten a los visitantes acceder a los jardines y al área comercial, que incluye restaurantes, cafeterías y tiendas.
Los visitantes también tienen acceso al obelisco colgante, al llamado salón de vidrio y al atrio, donde pueden admirar una colosal estatua del faraón Ramsés II, la columna de la victoria de Merneptah y el canon de Saqqara, una lista en piedra con los nombres de 58 faraones, aunque solo sobrevivieron 47.
El resto del recinto, incluidas las galerías principales, las dos dedicadas a los tesoros del faraón Tutankamón, la gran escalera y la sala de exposiciones inmersivas, permanece cerrado.
Hace unos meses, Mostafa Waziri, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades, anunció que el GEM abrirá sus puertas este año.
Ahora solo queda el traslado de las piezas arqueológicas al recinto, con una superficie total de 480 mil metros cuadrados, subrayó.
Ubicado a solo dos kilómetros de las pirámides de Giza, el complejo será el hogar de la colección arqueológica más grande del mundo.
Inaugurado en 1902, el actual Museo Egipcio de El Cairo, ubicado en la céntrica plaza Tahrir, resulta insuficiente para mostrar el esplendor de la antigua civilización que floreció a lo largo de la ribera del río Nilo.
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