En una reunión de coordinación, las partes enfatizaron que el camino hacia una solución al colapso comienza por agilizar la elección del nuevo presidente de la República, según la regla del consenso.
Sobre este tema, las fuerzas chiitas mostraron optimismo en relación al clima positivo de la región y su aporte a la situación nacional, tras el acercamiento de los países árabes a Siria y el acuerdo diplomático entre Irán y Arabia Saudita.
En este sentido, insistieron en la necesidad de encontrar una salida adecuada y rápida de la crisis mediante el entendimiento y la cooperación de los libaneses.
A propósito de las elecciones municipales del mes entrante, los dos movimientos confirmaron su disposición a iniciar este derecho nacional, basado en la sólida y fuerte alianza entre ellos en todas las regiones del país.
Los liderazgos de Hizbulah y Amal reconocieron lo importante de esta unión nacional como una red de seguridad y un modelo para la cooperación y la eficacia positiva en diversas circunstancias.
También llamaron a todos los organismos y comités especializados para iniciar una acción conjunta a favor de los intereses de los pueblos y de los ciudadanos con el objetivo de elegir a candidatos capaces de cumplir con la responsabilidad de cada municipio.
En medio de un estancamiento político, Líbano celebrará sus comicios municipales en mayo venidero, en ausencia del jefe de Estado y bajo un Gobierno interino de limitados poderes constitucionales.
La nación enfrenta el impacto de más de cinco meses de vacío de poder y la falta de diálogo entre partidos, diputados y bloques obstaculiza la convocatoria de la duodécima sesión del Parlamento para designar al próximo presidente de la República.
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