En la Escuela de Cadetes General Santander de esta capital, el mandatario reiteró que los uniformados evitaron una tragedia mayor en Los Pozos, San Vicente del Caguán, departamento de Caquetá, en marzo pasado con su actuación durante una protesta campesina.
El jefe de Estado condecoró a los policías que fueron secuestrados por habitantes de la zona y rindió un homenaje póstumo al subintendente Ricardo Arley Monroy Prieto, quien falleciera a causa de los hechos registrados.
A pesar de la situación presentada, se puede enseñar de ahora en adelante la unidad entre el pueblo y las armas de la nación; se vuelve fundamental algo que nos pareciera lejano, ilusorio, que a veces se nos escapa: el que podamos vivir en paz, expresó.
Destacó que al no producirse un enfrentamiento a muerte entre la población civil y la fuerza pública, no somos débiles, sino quienes lo propugnan y promueven lo contrario al diálogo, subrayó.
Petro impartió antes la orden de copar todo el territorio, lo cual -afirmó- permitió recuperarlo de la violencia hacia la paz, mientras ejemplificó la experiencia en el norte y del nordeste de Antioquia, donde se mantienen 12 mil militares y de la policía.
Lo mismo que hemos ya hecho y se mantendrá esa región, ahora pasará a otras que algunos creen vedadas para el Estado, aseguró.
Eso implicará sacrificios y una ley de oro para la fuerza pública que se ubique allí, pues deberá rotarse el descanso y evitar incluso los contagios de este tipo de organizaciones, que actualmente asolan el país, aseveró el presidente.
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