El público podrá hasta el 10 de mayo próximo opinar sobre las normas, las cuales buscan frenar cualquier forma de sesgo, noticias falsas, terrorismo o contenidos antisociales en las versiones de la polémica herramienta sustentada en inteligencia artificial, que preparan las empresas locales.
También priorizan la protección de archivos privados y el apego a las leyes, además de prohibir la creación de perfiles de los usuarios sobre la base de los metadatos y la modificación bajo ningún concepto de la información personal.
Según el borrador, si se descubre o denuncia alguna violación a dichas disposiciones primero se aplicará una suspensión por tres meses y, en caso de reincidencia, el infractor enfrentará hasta 100 mil yuanes de multa (14 mil 520 dólares) y el cese definitivo del programa.
Aparte de la autoridad de ciberseguridad, esta semana la Asociación Nacional de Pagos y Compensación de China urgió a las empresas gestoras de desembolsos electrónicos extremar el cuidado al aplicar en sus operaciones el ChatGPT, por el riesgo de que se filtren datos personales hacia el exterior.
Consideró imperativo evaluar a profundidad la introducción de esa tecnología a las transacciones de la industria y, de aprobarse, las compañías deben cerciorarse de cumplir con las normas y leyes del país sobre la protección de información privada.
Subrayó que nunca debe darle acceso a esa herramienta a archivos calificados de importantes, sensibles o confidenciales, especialmente, del sector corporativo, financiero y de infraestructura.
Tanto en China como a nivel internacional existe un frenesí por generar versiones de ese programa de mensajería instantánea, creado por la empresa estadounidense OpenAI.
El gigante tecnológico Alibaba prueba actualmente su alternativa, denominada Tongyi Qianwen, y desde hace días envía invitaciones a otras firmas para que lo usen, como parte del período de tests.
La plataforma del comercio electrónico JD.com, el desarrollador de juegos en línea NetEase y el buscador Baidu revelaron recientemente sus proyectos.
Pero al mismo tiempo, muchas revistas de ciencias sociales y publicaciones de universidades del gigante asiático advirtieron que rechazarán los trabajos de investigadores que utilicen dicho sistema para conformarlos.
También cada vez son más las instituciones educativas en el mundo que prohíben a los pupilos apoyarse en el ChatGPT y existe preocupación entre un creciente número de políticos por el impacto en la calidad de la instrucción académica y la seguridad nacional de los países.
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