El ministerio de Relaciones Exteriores emitió un documento de 11 puntos con la posición de Beijing, destacó la amistad de larga data entre ambas naciones y aseguró que los nexos siempre se regirán por principios como el respeto a la independencia, la soberanía e integridad territorial.
Se pronunció contra la injerencia en asuntos internos allí, negó la supuesta influencia de China y ratificó la voluntad de ayudar a la reconstrucción y desarrollo de Afganistán, así como a promover la cooperación en la salud, el alivio de la pobreza, la agricultura y la prevención de desastres.
No obstante, abogó porque las autoridades protejan los derechos de todo el pueblo, especialmente, las mujeres, niños y miembros de grupos étnicos.
La Cancillería sugirió la inserción del estado vecino en la iniciativa china de la Franja y la Ruta de la Seda, pero lo convocó a tomar medidas más efectivas contra el terrorismo y el Movimiento Islámico del Turquestán Oriental, y proteger mejor a las empresas y compatriotas establecidos en su suelo.
Urgió a Estados Unidos a asumir los compromisos y responsabilidades con Afganistán, devolver los bienes congelados y contribuir con ayuda humanitaria.
Llamó a fortalecer la coordinación internacional y regional para hallar una salida política a la situación en ese territorio, atender a los refugiados y respaldar la lucha contra el narcotráfico.
China emitió el material en el contexto de la cuarta reunión entre cancilleres de países vecinos de Afganistán, que sesiona este miércoles y jueves en Uzbekistán.
La anterior edición de la cita tuvo lugar en el gigante asiático el año pasado y concluyó con consensos para promover la estabilidad, seguridad, el desarrollo sano, la reconstrucción y el bienestar del pueblo de la nación centroasiática.
Según la declaración final del encuentro, los participantes lanzaron un mecanismo para sostener consultas regulares entre sí y establecieron grupos de trabajo sobre asuntos de dicho Estado.
El texto, de cinco puntos, reconoció el respeto a la independencia, soberanía e integridad territorial de Afganistán, y los esfuerzos del gobierno talibán para neutralizar el terrorismo desde su llegada al poder.
No obstante, los cancilleres enfatizaron en la necesidad de avanzar en la reconciliación nacional mediante el diálogo y la negociación, construir una estructura política inclusiva, diseñar una agenda interna y externa moderada, y desarrollar relaciones amistosas con el mundo.
Resaltaron la importancia de garantizar los derechos de niños y mujeres a estudiar, mejorar el bienestar de toda la población y acceso a servicios básicos.
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