El portal G1 asegura que los agentes encontraron en la morada familiar banderas y grabados del político alemán Adolfo Hitler, considerado el gran líder del nazismo y responsable por un régimen de terror que llevó al mundo a la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
También descubrieron otros símbolos e imágenes del dictador italiano Benito Mussolini, quien lideró el Partido Nacional Fascista y se le acredita como una de las figuras clave en la creación del fascismo.
La investigación llegó al lugar después de monitorear el intercambio de mensajes por sus perfiles en las redes sociales y obtener una orden de búsqueda y captura.
En la casa, los policías también confiscaron cuchillos, navajas y un arma de fuego falsa.
Durante entrevistas al personal en la casa, junto a otras informaciones, se pudo «descubrir que la bandera que hace apología al nazismo, incluso, habría sido dada por el padre al adolescente», reveló el delegado Marco Antônio de Souza.
La apología del nazismo usando símbolos nazis, distribuyendo emblemas o haciendo propaganda de ese régimen es crimen previsto en Brasil por la Ley 7.716/1989, con pena de reclusión.
El texto considera delito practicar, inducir o incitar a la discriminación o prejuicio de raza, color, etnia, religión o procedencia nacional.
Por lo anterior, el castigo podría ser de reclusión de uno a tres años y multa, o encierro de dos a cinco años y multa si el delito fue cometido en medios de comunicación.
Fabricar, comercializar, distribuir símbolos, emblemas, ornamentos, distintivos o propaganda que utilicen la cruz esvástica o gamada, para fines de divulgación del nazismo tendrá prisión de dos a cinco años y multa.
Tal ley está respaldada por la propia Constitución, que clasifica el racismo como crimen inefable e imprescriptible.
Esto significa que el racismo puede ser juzgado y sentenciado en cualquier momento, no importa cuánto tiempo haya pasado desde la conducta.
mgt/ocs