La sede diplomática de La Habana en Caracas acogió este miércoles a venezolanos y cubanos en un acto de desagravio, presidido por el viceministro para América Latina y el Caribe de la cancillería, Rander Peña, y el ministro consejero de la representación de la isla Luis García, entre otras autoridades.
Peña señaló que transcurrieron 21 años de aquel día en que el fascismo en su máxima expresión se vio representado en un grupo de sujetos que decidieron ocultar la verdad, golpear y amenazar “al hermano pueblo cubano”, con la pretensión de ocultar lo que estaba pasando.
Afirmó que aquel día debe quedar en la memoria de nuestros pueblos y las presentes generaciones y futuras deben garantizar que no vuelva a repetirse nunca más.
Peña manifestó que aquella derecha es la misma que hoy pretende, algunos de ellos, presentarse como una alternativa electoral limpia, pero que 21 años atrás vinieron a la legación diplomática a cortarle sus servicios básicos del agua y la luz y tratar de asaltarla.
Lo que no querían era, afirmó, que se dijera la verdad, y esos sujetos pretenden en la actualidad deshacerse de aquellas acciones las cuales protagonizaron, pero el pueblo y cada uno de nosotros debe recordar “para nunca más permitir que algo parecido pueda pasar”.
Manifestó que la acción violenta de quienes pretendieron ingresar en las instalaciones de la embajada de Cuba en Venezuela, no logró amilanar el férreo espíritu de resistencia y combate de aquellos hombres y mujeres, dispuestos a defender su patria como lo han hecho en los más de 60 años de Revolución.
El viceministro destacó que el pueblo cubano en los momentos más difíciles se ha mantenido leal y fiel a las nobles causas de la humanidad, lo cual demostraron el 12 de abril de 2002 con su firmeza, fuerza y no los doblegaron y se mantuvieron irreductiblemente firmes ante lo que era justo.
Reafirmó, asimismo, el compromiso de la Revolución bolivariana con la Revolución cubana.
El diputado a la Asamblea Nacional Jesús Faría comentó que una de las enseñanzas de aquel momento es “mantenernos más unidos que nunca” y expresó su agradecimiento eterno y admiración profunda por su “lealtad y heroísmo permanente» de los cubanos.
García, por su parte, significó la resistencia del personal diplomático y familiares, incluidos menores de edad, durante el ataque vandálico, y apuntó que aquellos hechos servirían para fortalecer mucho más las relaciones entre Cuba y Venezuela.
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