El llamamiento de este año para Haití es el mayor desde el devastador terremoto de 2010 -y más del doble de la cantidad solicitada en 2022-, lo que subraya la escala, gravedad y urgencia de la crisis humanitaria en el país, aseguró en un comunicado la sede en la nación caribeña de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios.
Lamentó que en el último lustro se duplicó la cifra de personas que precisan ayuda humanitaria hasta alcanzar los 5,2 millones, lo cual representa casi la mitad de la población.
“A medida que la situación en el país se deteriora rápidamente, el plan de este año abordará las necesidades humanitarias y de protección más urgentes, al tiempo que aumentará la resiliencia de las poblaciones y las instituciones ante las conmociones naturales”, dijo Ulrika Richardson, coordinadora humanitaria en Haití.
El aumento de la necesidad de ayuda está relacionado con la violencia de las pandillas que se extiende por el país y controlan más del 80 por ciento de la capital haitiana, estimó la organización.
“Los haitianos ponen en peligro sus vidas sólo por intentar ir a trabajar, alimentar a sus familias o llevar a sus hijos a la escuela”, lamentó Richardson y denunció un miedo generalizado, en especial en Puerto Príncipe.
Además, criticó que la violencia armada afecta de manera desproporcionada a mujeres y niñas, pero también a los niños y las agresiones sexuales se utilizan para aterrorizar a la población, incluidos niños de tan solo 10 años.
La inseguridad se recrudeció en Haití tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021 y mientras se ampliaron las zonas de influencia de las pandillas.
Solo en los primeros tres meses de este año más de 530 personas fueron asesinadas y casi 400 secuestradas, de acuerdo con los informes de la ONU y del Centro de Análisis e Investigación en Derechos Humanos.
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