Eso es parte de nuestra labor aquí, denunciar en la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) las medidas coercitivas unilaterales que desde hace ocho años sufre el pueblo venezolano y las acciones que realizamos para mantener nuestro compromiso y no doblegarnos, subrayó en entrevista con Prensa Latina.
De acuerdo con el diplomático, desde Estados Unidos y la Unión Europea (UE) se impone a Venezuela una coyuntura muy especial de dificultades que impactan a la economía, al aparato productivo, al sistema eléctrico y a todos los sectores, con el fin de desatar crisis y descontento, atacando el modelo de justicia social impulsado por la Revolución Bolivariana.
Las consecuencias y los problemas que han creado son reales y no los ocultamos, sin embargo, tampoco es posible negar la hidalguía y la dignidad de los venezolanos ante estas agresiones, que afectan los temas del ámbito de competencia de la Unesco, expuso en esta capital.
En ese sentido, Pérez destacó que la nación sudamericana no ha cerrado escuelas ni renunciado a las iniciativas culturales y al desarrollo científico enfocado en el bienestar de la población.
Por ejemplo, hemos seguido trabajando para presentarle al mundo elementos de carácter cultural susceptibles a ser reconocidos como patrimonio inmaterial de la humanidad, dijo.
Venezuela entregó hace pocos días en la Unesco los expedientes de candidatura de la tradición del joropo (género musical y bailable) y las prácticas de elaboración y consumo del casabe, este último junto a República Dominicana, Cuba, Honduras y Haití, en un esfuerzo multinacional sin precedentes en América Latina y el Caribe.
El representante permanente también resaltó la generalización de experiencias de mucho valor, entre ellas el Centro Nacional de Acción Social por la Música, del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles, y el desarrollo científico alcanzado mediante la biotecnología para el mejoramiento del cultivo de la papa.
Igualmente en el deporte, nuestros atletas siguen desafiando las dificultades que nos imponen para competir en eventos internacionales y el Estado ejecutando, apoyado en la ciencia, una política exitosa contra el dopaje, abundó.
Para el embajador Pérez, que Venezuela continúe su avance en los temas y los valores defendidos por la Unesco en medio de tantas dificultades y carencias solo puede explicarse por la voluntad y la resistencia de su pueblo y de su Gobierno.
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