Tales regulaciones emergieron después que un hombre armado con un hacha matara el 5 de abril a cuatro niños e hiriera a otros cuatro, en una guardería en el sureño estado de Santa Catarina.
De acuerdo con la disposición, anunciada por el ministro de Justicia y Seguridad Pública, Flávio Dino, las plataformas tendrán que excluir publicaciones que inciten actos de violencia en colegios e impedir la creación de nuevos perfiles por personas que hayan divulgado ese contenido.
«¿Por qué decidimos hacerlo? Ante la gravedad de la lesión al derecho a la vida y a la paz de las familias. Un niño vale más que todos los términos de uso de todas las plataformas», señaló Dino.
Independientemente de las amenazas, prosiguió, «estamos viendo en ciudades del país intentos que están siendo frustrados. Esto demuestra que necesitamos una norma proporcionalmente más estricta para cesar esta práctica dañina a través de internet y redes sociales», reiteró.
Además, aseguró que las redes sociales pueden ser suspendidas o multadas si no sacan del aire páginas o perfiles que hagan alusión a atentados.
«El valor de la sanción varía, pero puede llegar a 12 millones de reales (cerca de 2,5 millones de dólares)», precisó.
Según la orden, el Gobierno monitoreará las páginas que publican sobre ataques en colegios, informará a la plataforma sobre la existencia de ese perfil y, a partir de ahí, la empresa excluirá el contenido, deshabilitará el sitio y evitará que la persona responsable cree una nueva dirección.
El Ejecutivo determinó asimismo que las redes sociales adopten estrategias para que los algoritmos (mecanismo que sugiere contenidos a los usuarios de las plataformas a través del historial de búsqueda) no recomienden publicaciones sobre embestidas en centros docentes.
También la cartera de Justicia publicó un edicto que libera 150 millones de reales (30 millones de dólares) para ampliar rondas y crear acciones de mejoras en la seguridad en las escuelas.
El objetivo de la medida es fortalecer los órganos de Seguridad Pública para actuar en los establecimientos de enseñanza, con acciones preventivas y patrullaje, además de monitoreo e investigación de posibles crímenes, incluso en Internet.
Brasil registra 93 víctimas de ataques en escuelas con armas de fuego entre 2002 y 2022, según una reciente encuesta divulgada por el Instituto Sou da Paz (Soy de la Paz). De ese total, 34 niños murieron y 59 resultaron heridos.
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