Wang Wenbin, vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores, recordó que la raíz de las tensiones por esa cuestión son las aspiraciones independentistas de la isla con apoyo de fuerzas extranjeras, pues ponen en peligro el status quo del área.
Consideró un requerimiento defender el principio de Una sola China y rechazar la separación de Taiwán, para mantener la paz y tranquilidad regional.
Pero criticó que algunas naciones digan respaldar dicha política y al mismo tiempo alienten las acciones de Taipéi.
La isla –recalcó- es parte inalienable de China y reunificarla es un elemento importante del orden internacional tras la Segunda Guerra Mundial.
El G7 realiza en Japón una cumbre y ayer sus miembros expresaron sentirse preocupados por las prácticas militares de Beijing en el estrecho de Taiwán.
Ese bloque, compuesto por Japón, Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Canadá e Italia, acordó rechazar lo que consideran “intentos unilaterales de China de cambiar por la fuerza el status quo de la zona”, y llamaron a mantener la paz y estabilidad allí.
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