De acuerdo con lo expresado por el primer ministro, Eduard Heger, en sus redes sociales, “un grupo de trabajo mantendrá este lunes una reunión sobre el tema”, sobre la cual informarán más adelante.
El viernes último, el titular de Agricultura y Desarrollo Rural, Samuel Vlcan, planteó la creación de un mecanismo común europeo de ayuda a Ucrania con la recompra del excedente del trigo de producción nacional de manera directa, fuera del mercado comunitario.
La iniciativa, cuyos fondos procederán presumiblemente de la Comisión Europea o del Programa Mundial de Alimentos, cuenta con el apoyo de los ejecutivos de República Checa, Hungría, Polonia, Bulgaria y Rumanía.
Ese ministerio prohibió, además, el procesamiento de un millón 500 mil toneladas de cereales provenientes de Kiev y la venta de harina por la presencia de un plaguicida no autorizado dentro del bloque regional.
Por otra parte, el líder del Partido Dirección-Socialdemocracia de Eslovaquia, Robert Fico, en el cargo de primer ministro de 2006 a 2010 y de 2012 a 2018, solicitó el cese de la importación de grano ucraniano bajo el argumento de la ayuda para los granjeros nacionales.
El 31 de marzo pasado, los máximos dirigentes de Polonia, Hungría, Rumanía, Bulgaria y Eslovaquia presentaron ante la Comisión Europea una carta conjunta para el análisis de la congestión de alimentos en los almacenes.
La misiva aludía también a la desestabilización del mercado y otras dificultades asociadas con el arribo masivo de los insumos ucranianos a sus territorios y, tras ello, Budapest y Varsovia comunicaron la suspensión de productos agrícolas procedentes de ese país.
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