Calificado como el archipiélago más virgen y mejor conservado de los que rodean la Isla, lo integran unos 600 cayos a lo largo del litoral sur de los territorios de Camagüey y Ciego de Ávila y es un reservorio de excelentes recursos naturales tanto en la parte marina como terrestre.
Actualmente es la primera y única Área Protegida de Cuba que ostenta el premio Blue Park, en la Categoría Dorada, otorgado por el Instituto de Conservaciones Marinas de Estados Unidos, debido a los altos niveles científicos de protección y gestión de la vida en el mar.
Este año sus trabajadores y directivos aspiran a un galardón del Patrimonio Natural Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
El especialista de Medio Ambiente en la provincia, Daylon Fundora, destacó entre las acciones que acometen en la región el resguardo de los bosques de manglares, arrecifes de corales; guasas y otros grandes meros; especies de interés para la pesca deportiva; tiburones y rayas; tortugas marinas y el cocodrilo americano.
Jardines de la Reina sobresale por tener las crestas arrecifales más conservadas de la región del Caribe insular, y está posesionado como el tercero en el mundo con mayor densidad y variedad de tiburones, incluidos entre las más de 280 especies de peces identificados en el área, señaló.
Resaltó la considerable avifauna existente en el archipiélago con más de 120 especies registradas, en su mayoría acuáticas, como los sarapicos, gaviotas, pelícanos, garzas y patos, muchas migratorias debido a que la zona forma parte del corredor migratorio del Atlántico Norte.
Especialistas de la Empresa para la Protección de la Flora y la Fauna en el territorio realizan constantes monitoreos en las zonas de nidificación de los cocodrilos y de las tortugas marinas (carey, verde, tinglado y caguama), para evaluar el comportamiento de los animales, precisó Fundora.
Agregó que la actividad científica representa una garantía y está vinculada, de manera esencial, a la labor que realizan los especialistas del Centro de Investigaciones de Ecosistemas Costeros de Cayo Coco para el manejo y la conservación de los arrecifes, pastos marinos y variedades de peces como las rayas y tiburones.
El aislamiento geográfico motivado por la lejanía de la costa y sus particularidades climáticas, son condiciones idóneas para el desarrollo del turismo selecto y especializado en Jardines de la Reina, basado en el buceo contemplativo, la fotografía submarina y la pesca al fly.
Con una explotación turística muy limitada sobre bases ecológicas y sostenibles se mantienen los valores naturales casi vírgenes en la zona, pes allí solo se puede llegar mediante la vía marítima desde el puerto de Júcaro, al sur de Ciego de Ávila.
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