Entre los puntos destacados, figura el evento en los jardines del Museo de la República, con cantos y danzas rituales, y la participación de representantes de 25 etnias, así como el Festival de las Culturas Indígenas, en el Museo del Pontal, ambos establecimientos ubicados en la ciudad de Río de Janeiro.
La fecha en respeto a los nativos fue creada durante el llamado Estado Novo del presidente Getúlio Vargas en 1943, con el nombre de Día del Indio.
El cambio a Día de los Pueblos Indígenas ocurrió en 2022, a través de una ley sancionada por la entonces diputada federal y actual presidenta de la Fundación Nacional del Indio, Joenia Wapichana.
Según Wapichana, la mudanza tuvo el objetivo de «explicitar la diversidad de las culturas de los pueblos originarios».
Determinada literatura precisa que el 19 de abril de 1940 un evento ocurrido en Pátzcuaro, municipio del estado mexicano de Michoacán, reunió a autoridades de casi todas las naciones americanas, con el fin de emitir recomendaciones para dar más atención a la población indígena.
Esa data fue conocida como Día del Aborigen Americano, dando origen a la jornada conmemorativa.
A pesar de ser popular, el 19 de abril no es considerado feriado, solo una fecha conmemorativa para celebrar la diversidad cultural de Brasil y sus pueblos originarios.
El 11 de enero tuvo lugar la posesión de Sonia Guajajara como ministra de los Pueblos Indígenas.
La creación de esta cartera «señala para el mundo el compromiso del Estado brasileño con la emergencia y justicia climática», declaró Guajajara en la ocasión.
Además de inclusión, indicó, «reconocimiento e inicio de la reparación histórica, la invisibilidad y la negación de derechos».
Recordó que las comunidades originarias están en «las ciudades, en las aldeas, en los bosques, ejerciendo los más diversos oficios que ustedes puedan imaginar.
«Vivimos en el mismo tiempo y espacio que cualquiera de ustedes, somos contemporáneos de este presente y vamos a construir el Brasil del futuro, porque el futuro del planeta es ancestral», subrayó.
Un último censo nacional reveló que unos 900 mil brasileños se reconocen como nativos. Sin embargo, en las últimas décadas, los expertos aseguran que aumentó este número. Se trata de familias mixtas, expulsadas de sus territorios a lo largo del tiempo y que ahora buscan recuperar su semejanza colectiva.
Hablar de indígenas en Brasil es aludir a tierras, aguas, ríos y bosques con historias: una comarca de origen en el que recordar es fortalecer la identidad.
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