Desde inicios de semana los profesores promueven un paro laboral en las escuelas públicas del país para reclamar ajustes salariales, nombramientos y el pago atrasado de los honorarios.
“La fecha prevista para el fin de la movilización no depende de nosotros. Depende de la actitud de las autoridades estatales ante nuestras reivindicaciones”, manifestó la instancia en un comunicado.
La Unión exige que el primer ministro Ariel Henry y el titular de Educación Nesmy Manigat emprendan negociaciones reales para satisfacer las demandas del gremio, y aseguró que la escuela no puede funcionar a base de propaganda.
Al mismo tiempo, en varias provincias del país miles de estudiantes salieron a las calles para exigir la presencia de maestros en las aulas y reclamaron a las autoridades de educación asumir sus responsabilidades y solucionar el conflicto con los profesores.
Por su parte, el ministro Manigat anunció esta semana que se pagarán los cheques correspondientes al mes de marzo y reconoció las difíciles condiciones laborales de muchos maestros.
“Visité varias escuelas públicas y privadas, hablé con profesores, las condiciones de trabajo no son perfectas. Incluso han empeorado con la inflación”, admitió el ministro. “No es normal que reciban el sueldo con dos meses de retraso. Esta es una situación preocupante”, dijo al programa radial Magik 9.
El titular también aseguró en una carta abierta a los docentes que se reunirá con los manifestantes para atender los reclamos “dentro de los límites de un Gobierno de transición”.
Asimismo, Manigat apeló a la conciencia de los docentes y recordó que ha sido un año académico difícil.
El actual curso comenzó con al menos tres meses de retraso como consecuencia de la crisis económica, disturbios políticos y desabastecimiento de combustibles provocado por las bandas armadas.
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