Es considerada una sustancia psicotrópica obtenida de la mezcla de hojas y flores secas de la planta de cáñamo índico (cannabis sativa) y posee una extracto psicoactivo denominado delta-9-tetrahidrocannabinol.
Contiene más de 500 componentes químicos, incluidos más de 100 elementos relacionados químicamente con el THC, conocido como cannabinoides.
Al consumir marihuana las sustancias químicas liberadas de esta droga pasan de los pulmones al torrente sanguíneo y son rápidamente transportadas hasta el cerebro. Cuando las personas se extralimitan en su uso, algunos de los efectos casi inmediatos son el incremento de la percepción sensorial, ansiedad, miedo, desconfianza, pánico, psicosis aguda con alucinaciones, delirio y pérdida del sentido de identidad personal.
De acuerdo con la literatura médica, es utilizada como terapia para reducir la inapetencia, náuseas y vómitos producidos por la quimioterapia aplicada a pacientes con cáncer, tratar el dolor y la espasticidad muscular en personas con VIH/sida, al tiempo que disminuye en 85 por ciento la frecuencia de migrañas.
La Organización Mundial de la Salud estipuló que el uso del Cannabidiol como marihuana medicinal funciona como paliativo para enfermedades crónicas y para pacientes con epilepsia, ya que baja el nivel del dolor y la inflamación.
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