Según la fuente, la situación se complica por el hecho de que los países vecinos tienen desacuerdos sobre la lista de productos cuya importación está prohibida.
De esta manera, a Bulgaria le gustaría agregarle harina y mantequilla, mientras a Hungría aves, miel y harina, añadió.
Recientemente, la jefa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, expresó su disposición a introducir restricciones a la importación de trigo, maíz, girasol y colza ucranianos a nivel regional.
Los agricultores de Polonia, Bulgaria, Rumanía, Eslovaquia y Hungría han buscado durante mucho tiempo poner fin a las importaciones de granos baratos de Ucrania.
El anuncio de los dos países de la suspensión de las importaciones de cereales de Ucrania es un intento de apaciguar a los agricultores en medio de un exceso de oferta en sus mercados internos que provocó la caída de los precios locales.
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