Durante su intervención en el congreso de esa organización política, el titular afirmó que resulta difícil subestimar la importancia del gigante asiático para la economía interna y exhortó a “ser realistas” y asumir que esa situación no cambiará a corto plazo.
En febrero último, la oficina alemana de estadísticas Destatis informó que Beijing continuaba como el primer socio comercial de ese territorio en 2022, por séptimo año consecutivo, pese a un descenso en las exportaciones como consecuencia de las medidas asociadas a la Covid-19.
La agencia reveló que el intercambio bilateral de mercancías asciende a 297 mil millones de euros, equivalente a un aumento interanual de 20 por ciento; sin embargo, con poco más de 84 mil millones de euros, Berlín registró su mayor déficit comercial, desde 1950.
De igual manera, las importaciones ascendieron a 191 mil millones de euros, 33 por ciento superior al año precedente, y las exportaciones rebasaron los 106 mil millones de euros, tres por ciento más que en 2021.
Por tanto, China pasó del segundo al cuarto lugar entre los estados importadores de la primera economía europea y Estados Unidos, segundo socio de Alemania en volumen de transacciones, mantuvo su puesto como el primer importador de productos fabricados en esa nación.
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