La plaza de la afamada Torre de Televisión será el escenario de las atracciones culturales durante tres días, promovidas por la administración del Distrito Federal (DF).
El espacio para la conmemoración contará con ambiente orientado a la familia y los espectáculos artísticos, que comienzan en la tarde, llegarán hasta las 20:00, hora local.
Resulta la primera conmemoración del aniversario de Brasilia después de dos años, debido a la pandemia de Covid-19.
Para el secretario de Turismo del DF, Cristiano Araújo, los eventos serán «con la grandiosidad que la capital de la República merece y estamos muy entusiasmados con la programación».
Y este año, precisó, «el aniversario tiene una simbología muy grande, pues es el primero en dos años. Por esa razón, el gobernador (Ibaneis Rocha) pidió nuestro mejor trabajo, con enfoque en las familias de la ciudad», refirió.
El secretario añadió que se pensó en un «espacio temático para niños y animales, en el que habrá un ambiente de excursión. La estructura no se mezcla con el área de conciertos, pero están, de cierto modo, integradas», detalló.
La expectativa es que cada día de evento reciba 20 mil personas.
Aunque Salvador de Bahía fue capital de 1534 a 1763 y Río de Janeiro desde esa última fecha a 1960, en la época colonial revoleteaba la idea de llevar el centro de poder del país a la región central, para evitar ataques por mar.
Pero la posibilidad solo comenzó a ganar fuerza en 1823, cuando José Bonifacio de Andrada e Silva, conocido como el Patriarca de la Independencia, reforzó la propuesta de trasladar la sede de las decisiones nacionales al interior del territorio y sugirió el nombre de Brasilia.
La visión terminó siendo interpretada como un presentimiento del lugar en el que debería ser construida. Pero solo comenzó a ser factible en 1891, cuando se incluyó la determinación de su área en la primera Constitución.
Tras una dilatada espera, en 1956, con la nueva demarcación de la futura capital, el presidente Juscelino Kubitschek comenzó realmente la realización del proyecto bajo guía de los urbanistas Lúcio Costa y Óscar Niemeyer.
Como arquitecto responsable de la construcción de los monumentos, Niemeyer fue el autor de las principales estructuras de la emblemática ciudad: el Congreso Nacional, los palacios del Planalto y de la Alvorada, el Supremo Tribunal Federal y la Catedral de Brasilia.
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