Las autoridades del gigante asiático recalcaron el respeto a las normas internacionales y a la soberanía judicial de cada territorio, mientras exigieron a Londres basarse en hechos en vez de lanzar falsas acusaciones.
Asimismo, subrayaron que no hay en suelo británico ninguna de las llamadas estaciones de policía operadas por China, como reportó la prensa de la nación europea.
Ese pronunciamiento responde a una investigación en marcha por el gobierno de Reino Unido tras denuncias sobre la presunta existencia de los mencionados centros.
Desde el año pasado circularon informaciones sobre la apertura de al menos 36 sitios similares en Países Bajos, España, Alemania, Irlanda, Francia, Italia y Portugal con el propósito de persuadir a 230 mil ciudadanos chinos para que regresen al país natal y enfrenten la justicia por los crímenes cometidos.
Esta semana Estados Unidos arrestó a dos chinos por establecer un centro como ese en Nueva York.
Sin embargo, Beijing dijo en otras ocasiones que los lugares señalados como tal lo gestionan personas de forma voluntaria, para ayudar a compatriotas a concertar chequeos médicos previo a renovar sus licencias de conducción y a realizar otros trámites por internet.
“No se trata de personal de la policía de China. No hay necesidad de crear nerviosismo al respecto”, enfatizó en noviembre pasado Zhao Lijian, vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores.
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