A sus 19 años, Alcaraz revalidó el título de la justa catalana, undécimo jugador que lo consigue en 70 años de historia, y segundo español en encadenar el éxito de una edición para otra. Solo aventajado por Rafael Nadal, con 12 coronas en su palmarés y un récord de cinco consecutivas.
Este domingo, Alcaraz batió en toda la línea al finalista del Roland Garros y el Abierto de Australia, y quinta raqueta del orbe en una hora y 18 minutos de partido.
El segundo del escalafón profesional, con ambiciones de arrebatar de nuevo la cima al serbio Novak Djokovic, cerró la consecución de su segundo Conde Godó sin ceder un set.
Además, ganó su novena corona en 12 finales dentro del circuito mundial, la sexta en tierra batida, y la tercera de la temporada después de Buenos Aires y el Masters mil de Indian Wells.
Alcaraz logró tres puntos por directo frente a uno de Tsitsipas, consiguió una efectividad del 80 por ciento con el primer servicio ante el 57 de su rival y concretó tres quiebres en seis oportunidades por uno del helénico en dos ocasiones.
La estrella ibérica conquistó el 81 por ciento de las unidades con el saque inicial, mejor al 70 de su rival, y llegó al 100 por ciento apoyado en el segundo servicio, bien distante al 50 del griego.
«Ha sido un partido muy completo por mi parte. Las finales no se juegan, se ganan. Intento ir a por todas en cada final, donde se demuestran dónde están los buenos jugadores y quiero formar parte del grupo de los mejores. Ahí tiene que salir el gen competitivo», afirmó Alcaraz en rueda de prensa.
«Trabajamos para ser mejores y tener la oportunidad de ganar títulos como hoy. Nunca vamos a estar satisfechos por algo hecho sino que vamos a buscar más. Me rodeo de personas ambiciosas que nunca están satisfechos por nada. Es un título más, muy contento, pero en días empezamos Madrid y también vamos a ir a por ello», agregó.
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