IGAD es una organización económica y de integración del África Oriental de ocho países del Cuerno de África, el Valle del Nilo y los Grandes Lagos mediador con éxito en conflictos regionales, el más reciente en Sudán del Sur, también una disputa por el poder.
En un comunicado el ente pidió a los beligerantes sudaneses extender hasta fin del mes en curso el frágil cese del fuego violado a ratos por ambas partes, según acusaciones mutuas.
El presidente del Consejo Soberano de Transición (CST), general Abdel Fattah al Burhan, y su exaliado, el caudillo de la milicia Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, inglés), Mohamed Hamdan Dagalo, hace trece días combaten a muerte por la supremacía sin que haya aún un vencedor claro.
Reportes conservadores sin verificación posible afirman que los muertos por el conflicto suman casi medio millar y los heridos rozan los cinco mil.
La agrupación regional reveló que el presidente sursudanés, Salva Kiir, invitó a los rivales a iniciar pláticas sobre un cese de hostilidades de largo aliento, hasta ahora solo respondido por el presidente del CST, afirman trascendidos sin confirmar.
Kiir y sus homólogos de Kenya, William Ruto, y de Djibouti, Omar Guelleh, están propuestos por la IGAD para viajar sine die a esta ciudad, capital sudanesa, en misión mediadora.
Sin embargo todo indica que las precarias condiciones impuestas por la guerra aconsejan esperar circunstancias menos peligrosas para los mandatarios pacificadores.
Mientras, aunque esta capital vive una relativa calma, interrumpida a ratos por disparos, en el interior, sobre todo en la zona de Darfur, bastión de las RSF, los contrincantes chocan con la misma fiereza de días atrás cuando estaba sumergida en un apocalipsis de fuego, hierro y muertes.
mem/msl