La pieza que alude al concierto debe su nombre a un poema que García Marruz dedicó a Haydee, y que termina con la frase: …allí donde la luz no olvida a sus guerreros.
La institución cultural Casa de las Américas, en el Vedado capitalino, acogió la velada musical que resultó un homenaje de lujo por su sentido en sí mismo, y por las interpretaciones de José María Vitier, Beatriz Corona y Rodrigo García.
A los que se unieron, la Orquesta de Cámara de La Habana y del Coro Nacional de Cuba, la flautista Niurka González, el pianista Rodrigo García, Abel Acosta en el contrabajo, y en la percusión Janet Rodríguez, Alejandro Aguiar y Yaroldis Abreu.
Según manifestó el pianista en una entrevista a Cubavisión Internacional, la obra va más allá de la música y el verso. “En el fondo, todo tiene un aire como de Oración, que es más abarcador, por supuesto Oración a Haydee, a su vida y a su muerte, pero también es una Oración por todos nosotros, por Cuba”.
Danzón imaginario, Bienaventuranzas, la música que acompañó la cinta El siglo de las luces, del cineasta Humberto Solás, y Allí donde la Luz, todas del repertorio de Vitier, recibieron junto a otras largos aplausos y ovaciones en un espacio donde primó el buen arte y los deseos de reverencias a dos figuras de trascendencia universal.
A la gala asistieron, entre representantes de la cultura y el Gobierno, la vice primera ministra, Inés María Chapman, el jefe del departamento Ideológico del Comité Central del Partido, Rogelio Polanco, el ministro de Cultura, Alpidio Alonso, y el intelectual Abel Prieto, entre otros.
En el marco de las celebraciones por el 64 aniversario de la Casa, este 28 de abril, se llevaron a cabo numerosas actividades que trajeron a la memoria el centenario de su presidenta y fundadora Haydee Santamaría, el pasado 30 de diciembre.
Además, se celebraron otras que hasta hoy continúan reverenciando a esa diva de las letras y Premio Nacional de Literatura (1990), Fina García Marruz, quien cumpliría 100 años también el 28 de abril.
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