En declaraciones a la red panárabe Al Mayadeen, el titular apuntó que Líbano no deporta a los sirios, sino a personas que violan la seguridad, entraron a escondidas y no están registradas en las oficinas del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
Sobre este tema, rechazó cualquier forma de integración o reasentamiento; y en ese sentido, subrayó que las naciones extranjeras deben compartir la carga de la presencia siria aquí, a la luz de la exacerbación de la crisis económica.
A propósito, consideró que el Ejército y las Fuerzas de Seguridad realizan operativos en busca de los alborotadores y ladrones que se extienden por todo el territorio nacional.
Hajjar explicó que las autoridades libanesas solicitarán a Acnur facilitar en el plazo máximo de una semana al Ministerio del Interior y Municipalidades todo tipo de datos sobre los desplazados sirios.
En reciente reunión del gabinete, el ministro apuntó que 37 mil sirios ingresaron a su país durante el período de Eid al-Fitr (celebración por Fin de Ramadán) y luego volvieron al Líbano después de las vacaciones, lo que les niega el estatus de desplazados.
De esta manera, la autoridad indicó que el estado de persona desplazada se revoca al abandonar la nación y como medida los servicios de seguridad impedirán la entrada ilegal al territorio libanés.
En la ocasión, Hajjar puntualizó que Líbano deberá discutir tal problemática en la próxima reunión de la Liga Árabe el 19 de mayo.
Al mismo tiempo, confirmó el desarrollo de encuentros diarios con funcionarios y diplomáticos interesados y pidió a los organismos internacionales un poco de objetividad.
Por su parte, propuso completar el retorno de los sirios, un proceso que inicio en octubre pasado con el expresidente de la República, Michel Aoun, y el exdirector de Seguridad Pública, Abbas Ibrahim.
En el contexto de los avances hacia un entendimiento regional, Hajjar llamó a los libaneses a ser parte de este gran acuerdo en beneficio del país y también en interés de los desplazados sirios.
Según datos de Acnur, aproximadamente 1,5 millones de sirios residen en suelo libanés, de los cuales cerca de 900 mil están registrados y la mayoría presentan dificultades para pagar la electricidad, el agua, la educación, la salud y la alimentación.
La propia entidad reflejó que nueve de cada 10 refugiados de Siria viven en la extrema pobreza en diferentes comunidades de acogida en Líbano.
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