Entre los primeros directivos en aparecer para la inauguración se encuentra el primer ministro cubano, Manuel Marrero.
Prevista del 1 al 5 de mayo, esta reunión constituye la más importante bolsa de recreo no solo de este país sino del Caribe, con impacto en varios continentes, sobre todo Europa.
Modelos con vestimentas de otras épocas rodean los pasillos de la fortaleza y reciben a los invitados en medio de carteles de mucho colorido y una bella vista de La Habana, en particular, el sector más antiguo.
Precisamente, los asistentes esperan el famoso y tradicional «cañonazo de las 9», evento que cada noche anuncia las 21:00, hora local, a los habaneros, y en esta ocasión abrirá las puertas de FITCuba.
A la cita acuden más de 570 turoperadores y agentes de viajes del mundo y representantes de 50 aerolíneas, cuando en particular un grupo de 380 turoperadores españoles toman parte en el encuentro.
La mayoría de los profesionales del sector esperan acercarse de manera profusa a las bondades de esta isla como destino turístico y establecer contactos apropiados para reforzar sus negocios con las autoridades del país en esta materia.
Ello ocurre cuando el Gobierno y sobre todo el Ministerio de Turismo (Mintur) de esta isla tienen cifrada grandes esperanzas para la recuperación de la industria de los viajes, en particular en el impulso que puede otorgar FITCuba a este propósito.
La isla recibió el año pasado a 1,6 millones de visitantes extranjeros y espera para el presente lograr 3,5 millones, que le acercaría a los habituales cuatro millones que atendía antes de la pandemia de la Covid-19.
Al margen de dichos propósitos, los delegados encuestados hasta el momento por Prensa Latina se muestran eufóricos por su participación en la convocatoria, algunos que llegan por primera vez y otros al renovar su presencia en este tipo de reunión.
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