Desde el 29 de septiembre pasado las sesiones del Parlamento libanés fracasaron en el intento de nombrar al sucesor de Michel Aoun, quien terminó seis años de gestión el 31 de octubre.
Una sola convocatoria legislativa en 2023 repitió el mismo guion de las 10 anteriores y hasta el momento ningún candidato representante de la comunidad cristiana maronita cuenta con el respaldo de la mayoría absoluta.
Según expertos, el rechazo de las principales fuerzas cristianas como la Corriente Patriótica Libre, el Kataeb y la ultraderecha de las Fuerzas Libanesas obstruye la llegada del jefe del Movimiento Marada, Suleiman Franjieh, al Palacio Presidencial de Baabda.
Apoyado por los movimientos chiitas de Hizbulah y Amal, junto a una gran proporción de diputados sunitas e independientes, el exministro ratificó la disposición al diálogo con cualquier partido político y desmintió un veto saudita o estadounidense a su nominación.
Reportes locales hacen alusión a la iniciativa de Francia de poner fin a la vacante en interés de designar a Franjieh, a cambio de nombrar al exembajador en Naciones Unidas, Nawaf Salam, para formar el futuro gobierno.
En este sentido, la Coordinadora Especial de las Naciones Unidas aquí, Joanna Wronecka, manifestó en encuentros con diputados la importancia de intensificar los esfuerzos para elegir un nuevo presidente y unirse en torno a un programa de reforma integral.
Mediante una declaración conjunta, los embajadores de Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido, Estados Unidos y la Unión Europea recomendaron asegurar la elección de un mandatario capaz de unir al pueblo libanés y trabajar con la comunidad internacional en el interés nacional.
En su visita la semana pasada, el canciller de Irán, Hossein Amir Abdollahian, dio la bienvenida a la designación por consenso de cualquier jefe de Estado y mostró optimismo en la competencia de los funcionarios libaneses para culminar el proceso político.
A nivel interno, el diputado Elias Bou Saab, miembro del bloque Fuerte Líbano, visitó al jefe del colectivo Lealtad a la Resistencia, Muhammad Raad, y reactivaron la comunicación entre ambas partes sobre la designación del próximo mandatario.
En paralelo, el jefe de la Corriente Patriótica Libre, Gebran Bassil, lanzó ayer desde Jezzine, una serie de posiciones que no sorprenden, pero sí chocan en cuanto a aferrarse a posturas que no sirven para acabar con la vacancia presidencial y distanciar el diálogo con Hizbulah, divulgó el periódico Al-Liwaa.
A la luz de la prolongación del vacío de poder, diputados, dirigentes, movimientos, personalidades y líderes religiosos enfatizaron en la urgencia del entendimiento nacional como el punto de entrada obligado para lograr la designación del jefe de Estado con el propósito de encontrar soluciones al colapso.
La entrada en el sexto mes sin presidente de la República pesa sobre la realidad de Líbano, a la luz de las repercusiones de las crisis interconectadas desde los puntos de vista financiero, bancario, judicial, social y político.
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