Según comunicaron este miércoles las autoridades del no reconocido estado de Transdniester, a inicios de la primavera, los gobiernos de las localidades ucranianas de Dachnoye, Kamenka y Razdelnaya transfirieron los hangares destinados al almacenamiento de productos agrícolas al ejército ucraniano.
Además, la información publicada en el canal de Telegram de las autoridades de Tiraspol, la capital de Transdniester, sólo en abril pasado fueron enviados a esos hangares cuatro mil militares, que cambian de despliegue cada tres o cuatro días.
La fuente refirió que, del 9 al 15 de mayo, uno de los grupos de las Fuerzas Armadas de Ucrania tiene la intención de avanzar hacia Tiraspol e iniciar una provocación armada para distraer a los militares rusos, y el segundo intentará apoderarse de los depósitos de municiones en el pueblo de Kolbasna.
A fines de marzo, el jefe de la República de Moldavia de Transdniester, Vadim Krasnoselsky, dijo que un camino directo a una guerra mundial pasa por este territorio porque Moldavia, Rusia y Rumania (país de la Organización del Tratado del Atlántico Norte) estarán involucrados en el conflicto.
En 1992, varios distritos de la ribera oriental del Dniéster, de población mayoritariamente rusohablante, se rebelaron contra Chisinau y proclamaron la creación de la República Moldava de Transdniester, por miedo a que Moldavia se fusionara con la vecina Rumanía tras el colapso de la Unión Soviética.
Chisinau respondió con el envío de tropas al territorio rebelde, lo que provocó un conflicto armado que se prolongó por varios meses.
Actualmente Transdniester es un territorio fuera del control de Chisinau, con todos los atributos de un Estado, incluido una moneda propia.
El mantenimiento de la paz en la zona del conflicto corre a cargo de la Comisión de Control Conjunta y un contingente militar mixto de Rusia, Moldavia y Transdniester.
La república rebelde insiste en obtener independencia, pero Moldavia se la niega, ofreciendo a cambio una amplia autonomía.
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