Alcaraz obtuvo su victoria 18 del año en tierra batida en 19 partidos disputados, un balance prometedor a tres semanas de Roland Garros (28 mayo-11 junio), en el día de su cumpleaños 20.
«La verdad es que es increíble cumplir con vosotros mi 20 cumpleaños, cada año lo cumplo aquí. Cumplí 18 contra Rafa (Nadal), los 19 ganando un partido increíble contra (Cameron) Norrie. Ahora 20 aquí pasando a la final, cada año es súper especial», afirmó el ibérico sobre la pista de la Caja Mágica.
El pupilo de Juan Carlos Ferrero no disputó el Abierto de Australia a principios de año por una lesión y solo pudo iniciar su temporada en febrero. En la capital española aspira a conquistar su cuarto título de 2023, después de los logrados en Buenos Aires, Indian Wells y Barcelona.
Si retiene el cetro, Alcaraz solo tendría que jugar un partido en Roma la próxima semana para reinstalarse de nuevo en la cima de la clasificación profesional, en detrimento del serbio Novak Djokovic.
En septiembre pasado, el ibérico se convirtió en el número uno más joven de la historia tras ganar su primer título de Grand Slam, el Abierto de Estados Unidos.
Este sábado el español jugo con solidez y llevó siempre la iniciativa para alcanzar cuatro puntos por directo frente a dos de su rival, tuvo una efectividad del 66 por ciento con el primer servicio, mejor al 61 de Coric, y concretó cuatro quiebres en seis oportunidades ante uno del balcánico en dos ocasiones.
Mañana Alcaraz tendrá un adversario inesperado, el alemán Jan-Lennard Struff (65 del ranking), quien derrotó en la segunda semifinal al ruso Aslan Karatsev (121) por 4-6, 6-3 y 6-4 tras casi dos horas y 20 minutos de juego.
Struff ya dio la gran sorpresa en cuartos de final al eliminar al número cinco mundial, el griego Stefanos Tsitsipas, por 7-6 (7/5), 5-7 y 6-3.
En la final femenina del sábado chocarán las dos primeras del orbe, la polaca Iga Swiatek contra la belarusa Aryna Sabalenka.
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